
Profesora Titular de la cátedra de Bioquímica Clínica I e Investigadora Principal del CONICET en el Laboratorio de Lípidos y Aterosclerosis de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, se propone incentivar la participación de los bioquímicos en la prevención de las enfermedades cardiovasculares en nuestro país
La Lic. Ana Pertierra entrevistó a la Dra. Gabriela Berg, bioquímica, académica y activa colaboradora de la Fundación Bioquímica Argentina, que asume la dirección del Programa de Control de Enfermedades Cardiovasculares reemplazando al Dr. Ricardo López Santi, médico cardiólogo quien estuvo a cargo de este programa desde su creación en 2001.
La Dra. Berg participó, como Secretaria de Posgrado de FFYB-UBA, en la gestación de convenios para el desarrollo de cursos compartidos a través del PROECO, en los que también fue docente. Forma parte del OBIOS-OBA, trabajando en la difusión y análisis de datos de distintas patologías, y ha sido miembro del Comité Científico del Virtualab en más de una oportunidad.
Entusiasmada con esta nueva etapa, sostiene que podrá combinar su experiencia con un rol de liderazgo para fortalecer aún más los lazos con la Fundación Bioquímica, y contribuir a la ponderación del rol bioquímico en la sociedad.
- ¿Qué significa para usted estar al frente del Procordis de FBA reemplazando a su anterior director el Dr. Ricardo López Santi?
Para mí, asumir la dirección del Programa de Control de Enfermedades Cardiovasculares de la Fundación Bioquímica es un honor y una gran responsabilidad. Reemplazar al Dr. Ricardo López Santi, quien iniciara el desarrollo de este Programa y quien ha hecho un trabajo excelente, representa un desafío importante, pero también una oportunidad para continuar y fortalecer su legado.
Este programa busca tener un impacto significativo en la salud pública, y mi objetivo es seguir promoviendo estrategias innovadoras y efectivas para la prevención de enfermedades cardiovasculares, trabajando en colaboración con un equipo multidisciplinario y con la comunidad. Mi enfoque estará en la educación, la detección temprana y la propuesta de estrategias que conduzcan a mejorar la calidad de vida de las personas.
Estoy comprometida a mantener los estándares de excelencia que el Dr. López Santi estableció, buscando nuevas formas de expandir el alcance y la eficacia del programa. Para mí, esta tarea me permitirá trabajar en la articulación de esfuerzos para impactar positivamente en la prevención, diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades desde la Fundación Bioquímica Argentina.
- ¿Qué objetivos se ha propuesto desarrollar en esta nueva etapa del programa?
Primero tendríamos que pensar por qué un Programa de Control de Enfermedades Cardiovasculares de la Fundación Bioquímica. Y aquí hay que saber que a pesar de los esfuerzos de la comunidad científica para la prevención y el tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles, las mismas son responsables del 74% de todas las muertes en el mundo y que nuestro país no está ajeno a esta realidad global, ya que según la Dirección de Estadísticas e Información de la Salud del Ministerio de Salud de la República Argentina publicados en 2024, la causa principal de defunción son las enfermedades cardiovasculares. Este panorama preocupante desde el punto de vista de la salud pública reclama la actuación intersectorial de los miembros del equipo de salud, para la detección temprana de factores de riesgo, la adopción de medidas para la promoción y educación para la salud. El rol bioquímico en las enfermedades crónicas no transmisibles es imprescindible y abarca múltiples aspectos ya ejercidos por los profesionales como: la detección, el diagnóstico y el seguimiento de los pacientes, debiendo aún fortalecerse su participación efectiva en la medicina preventiva y promoción de la salud.
Por todo esto, el principal objetivo del PROCORDIS hoy es propiciar la participación activa de los bioquímicos en la prevención de la ECV en nuestro país.
-¿Cuál será su plan de trabajo?
En el corto plazo buscamos:
- Difundir el conocimiento de los principales factores de riesgo cardiovascular identificados a nivel global y su actualización permanente.
Realizar actividades de comunicación con los colegas bioquímicos, respecto a la existencia y actividades del PROCORDIS, e invitar a quienes quieran sumarse en forma activa.
- Conocer la prevalencia de los factores de riesgo en nuestra población.
- Motivar a los colegas para identificar y alertar mediante el cribado de niveles muy alterados en los perfiles lipídicos.
El rol del PROCORDIS será en principio alentar a los Laboratorios a tener un rol activo en el señalamiento de valores bioquímicos anormales asociados al riesgo cardiovascular. En esta instancia buscaremos el trabajo conjunto con distintas instituciones.
- Difundir actividades tendientes a concientizar sobre los factores de riesgo cardiovascular y participar activamente en las campañas de prevención de ECV propuestas por organismos de salud pública y sociedades científicas.
- Atender las inquietudes planteadas por los colegas a fin de comprender las necesidades locales.
Las condiciones para este proyecto son:
- Que la participación de los colegas sea voluntaria, se trabajará desde el PROCORDIS en la motivación para lograr la adhesión.
- Desde el PROCORDIS, realizar la devolución permanente de las conclusiones obtenidas.
- ¿Por qué considera importante que una institución bioquímica haga sus aportes a la salud cardiovascular?
Como señalaba anteriormente, los bioquímicos muchas veces somos los primeros en detectar la presencia de factores de riesgo cardiovascular, pero aún resta el empoderamiento de los colegas para que participen activamente en la redacción e interpretación de los resultados en los informes bioquímicos, ejerciendo su rol en alertar a los profesionales médicos. En este punto, trabajaremos activamente en la propuesta de informes bioquímicos actualizados, con distintos tipos de alertas.
Por otro lado, las instituciones bioquímicas tienen la capacidad de generar conocimiento científico, promover la educación en salud y colaborar con otros profesionales para implementar estrategias efectivas de prevención. Al contribuir a la salud cardiovascular, una institución bioquímica no solo está impactando positivamente en la calidad de vida de las personas, sino también fortaleciendo el vínculo entre la ciencia y la sociedad.
Asumo este cargo con la firme convicción de impulsar iniciativas innovadoras y de alcance nacional, que no solo visibilicen el trabajo esencial de los bioquímicos, sino que también fomenten la integración multidisciplinaria para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por patologías cardiovasculares.